Un año de definiciones para la energética argentina
La petrolera estatal YPF atraviesa un 2025 lleno de retos financieros, legales y estratégicos. La compañía proyecta un EBITDA de entre 4.200 y 4.500 millones de dólares, ajustando su previsión inicial ante la baja del precio internacional del crudo. Aun así, busca mantener un equilibrio entre rentabilidad, inversión y crecimiento en medio de la volatilidad macroeconómica.
Apuesta por el litio y la transición energética
En línea con la tendencia global hacia energías limpias, YPF firmó recientemente un acuerdo con la empresa israelí XtraLit para desarrollar proyectos de extracción directa de litio (DLE) en Argentina. Con esto, la petrolera busca diversificar su matriz de ingresos e ingresar al mercado de baterías y electromovilidad, posicionándose como actor clave en la transición energética regional.
El frente judicial en Estados Unidos
Uno de los principales desafíos para YPF continúa siendo el juicio por su nacionalización en 2012. Aunque una corte estadounidense había ordenado la entrega del 51 % de sus acciones, la Cámara de Apelaciones de Nueva York suspendió temporalmente la medida, dando margen al Estado argentino para reestructurar su defensa y evitar un desembolso multimillonario.
Vaca Muerta y el horizonte del gas
En el terreno operativo, YPF sigue consolidando su desarrollo en Vaca Muerta, epicentro de la producción no convencional del país. La empresa, junto a Eni, trabaja en un ambicioso proyecto de gas natural licuado (LNG) que busca ampliar las exportaciones y convertir a Argentina en un jugador relevante en el mercado energético internacional.
Conclusión Entre litigios internacionales, innovación tecnológica y alianzas estratégicas, YPF enfrenta uno de los capítulos más determinantes de su historia reciente. El éxito de su estrategia dependerá de su capacidad para equilibrar la presión financiera con la necesidad de transformarse en una compañía más sostenible y competitiva a nivel global.